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Elaborar el fascinante Disco de Nebra, hace unos 3.600 años, llevó a sus artífices a calentar el bronce al menos 10 veces en una forja que alcanzó, como mínimo, los 700 Cº, según un reciente estudio de la Oficina Estatal de Gestión del Patrimonio y Arqueología de Sajonia-Anhalt, publicado en Scientific Reports.
La pieza de unos dos kilos de peso y con incrustaciones de oro, conocida desde 1999 tras haber sido descubierta en la colina Mittelberg, cerca de Nebra, en Alemania, muestra unos símbolos que recuerdan al Sol, la Luna y algunas estrellas, aunque todo es especulativo. Se cree que el disco podría haber sido utilizado como un calendario astronómico o un instrumento para rituales religiosos
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