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El castillo de Arginy, germen del linaje sagrado

Antes que Plantard una sociedad secreta desarrolló una teoría sobre la relación de Jesús con Magdalena y su huida a las Galias, ¿Inspiró al Priorato?

De todos es conocida hoy la teoría de Jesús y Magdalena, así como la mezcla de viejas leyendas que supuestamente extendió Pierre Plantard y su “Priorato de Sión”.  Esto en realidad fue una licencia de los autores de  “El enigma sagrado”.

En esta investigación encontramos teorías y búsquedas apasionantes como un evangelio escrito por Jesús, tesoros templarios y otros enigmas anteriores al código Da Vinci y que pudieron ayudar a crear esta leyenda moderna.

Lo que les dijo Plantard fue que la verdadera importancia del tesoro custodiado por el Priorato de Sión no era material sino «espiritual», y consistía en un secreto que podría causar en el mundo occidental un importante cambio social. Pero una sociedad secreta templaria de Francia popularizó antes esta posible relación entre los círculos esotéricos más elitistas, así como la posible existencia de una biblia escrita por Jesús. Pongámonos en antecedentes

Enigmas, tesoros y Arginy

La creencia de esta “relación sagrada” surgió en Francia y el 12 de junio de 1952 se constituyó una sociedad que la proclamaba como su descubrimiento. O sea, cuatro años antes de que  Plantard empezara su particular cruzada creando el “Priorato de Sión”.

Una llamémosle nueva herejía apoyada en viejas leyendas surge a la sombra del no menos legendario castillo de Arginye en los territorios del municipio de Charentay (Ródano) cuya  vinculación a la historia templaria es referente para los caza-tesoros desde finales del S. XV.

Lugar de encuentro entre Jacques Breyer, escritor y esoterista, Armand Barbault, alquimista, y su esposa, conocida médium, Maxime de Roquemaure. Todos pertenecientes a una sociedad de estudios templarios. El castillo de Arginy, y lo que allí creyeron descubrir, marcaría un antes y un después en la vida de estos personajes.

Nace la Orden Soberana del Templo Solar

De este encuentro surgió la “Orden Soberana del Templo Solar”, sociedad secreta o de estudios esotéricos según otros. Se le llamó “El Resurgimiento de Arginy”. Constituida en el año 52 del siglo pasado en la fecha ya mencionada. Supuso una  inspiración a todo un movimiento de sociedades neotemplarias modernas.

A través de sus investigaciones sobre la simbología del castillo de Arginy y de experiencias mediúmnicas, concluyeron que la importancia del supuesto tesoro  era documental y espiritual antes que material. Tesoro que podría consistir en un evangelio perdido escrito por Jesús y documentos secretos de los templarios.

Un evangelio escrito por Jesús

Empezó a decirse  que este evangelio perdido era  el verdadero tesoro que ocultaban los templarios en Arginy. De ahí surgió una teoría que dice que Jesús no murió en la cruz  y que además escapó con María Magdalena a las Galias. El resto de la teoría surgida de Arginy  incluye a un Tomás gemelo  que sería crucificado en lugar de  Jesús, que luego simularía su resurrección y escribiría ese evangelio.

Como se puede apreciar, parte de esta teoría fue la que sostuvieron Baigent, Leigh y Lincoln en “El enigma sagrado”.

Entre las funciones del grupo de Arginy estaba la de buscar el evangelio escrito por Jesús, supuestamente  oculto entre las paredes del castillo de Arginy. Esto y los otros conocimientos templarios ocultos servirían para crear una Europa unida en un solo gobierno.

Leyenda Artúrica y el evangelio de Jesús

La influencia de la leyenda artúrica en La Orden Soberana del Templo Solar es evidente en varios aspectos. Quien esto escribe, cree que, más que algún documento histórico o una investigación sobre simbología del castillo de Arginy, fue la literatura clásica artúrica la que les inspiró en que existía el evangelio escrito por Jesús.

En “Parsifal” de Wolfram Von Eschenbach, escrito entre 1205 y 1215, el grial es descrito con la capacidad de convertirse en algún objeto sagrado, perdido como el evangelio escrito por Jesús, además del cáliz que recogió la sangre de Cristo, la bandeja que mantuvo la cabeza de Juan el Bautista, etc.

También en un escrito posterior, el “Grand St. Graal”, romance francés en prosa de la primera mitad del siglo XIII, encontramos no una referencia al grial como un evangelio escrito por Jesús. Pero sí lo siguiente. Al comienzo de la obra el propio Jesús entrega a un ermitaño el que llama “El libro de la vida” escrito por él mismo. Aunque quizás esto ya sea divagar, no podíamos dejar de mencionarlo.

Conexiones Plantard y Breyer

Como vemos, una mezcla de diferentes leyendas antiguas, y no tan antiguas, que se han popularizado actualmente, sobre todo después de “El código Da Vinci”, quizás  sirvieron para que Baigent, Leigh y Lincoln pusieran en boca de Plantard, George Monti (alias Israël Monti y nombre iniciático Marcus Vella)  y su Priorato de Sion la relación de Jesús y Magdalena y la existencia de un linaje sagrado.

Curiosamente, ambas sociedades secretas buscaban una Europa fuerte y unida por un solo gobierno y con una fuerte base espiritual cristiana.

Investigamos las relaciones directas entre Breyer y Plantard o El Priorato de Sión pero no encontramos nada. Es fácil suponer que Baigent, Leigh y Lincoln, indagando en el mundo esotérico y de las sociedades secretas de Francia, percibieran lo atractivo de esas ideas y que hicieran su propia versión novelesca.

Por otro lado el grupo cismático “La Orden Renovada del Templo Solar” acabará teniendo un desarrollo y final “real” aún más novelesco. Con  conexiones con la conspiranoica logia P2, la red de espías Gladio, trabajos sucios de servicios secretos y movimientos nazis… Pero eso quedara desarrollado en el artículo “Sociedades secretas, sectas y servicios secretos”.

Juan José Sánchez Ortiz

 

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