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EL CRISTO DE LA PIEDRA -TELDE
Una nube en la que vemos un corazón, el chasis de un coche con una cara sonriente, un rostro inquietante y diminuto que nos observa desde las piezas de granito que conforman el pavimento de un edificio. Las pareidolias son así, caprichosas y especialmente abundantes, o al menos populares, en el ámbito religioso. En Canarias contamos con un puñado de ejemplos. El que ahora compartimos se encuentra en Telde, Gran Canaria, y es el llamado Cristo de la Piedra, muy popular en 1989. Los vecinos se percataron de que aquella piedra al borde del camino Minerva recordaba al rostro de un Cristo -de enorme devoción por cierto en el pueblo- difundiendo la noticia con rápidez.
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