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Transcurridas más de cuatro décadas desde su lanzamiento en septiembre de 1977, la sonda Voyager 1 de la NASA en su largo viaje sigue enviando datos a la Tierra que revelan, cada vez, nuevos e inesperados descubrimientos. El último de ellos arroja luz sobre el vacío interestelar que recorre en su viaje. Entre sus instrumentos, el Sistema de Ondas de Plasma de la nave espacial ha detectado un extraño zumbido constante en el plasma o gas interestelar. Según se ha conocido por un nuevo estudio publicado en la revista ‘Nature Astronomy’.

En 2012 la sonda logró el hito de traspasar la heliopausa. La capa permeable que nos separa de nuestro entorno cósmico, adentrándose en el espacio más allá del borde de influencia de nuestro Sistema Solar.  A partir de ese instante navega por el vacío. Un medio que según los datos aportados por sus mediciones, en realidad estaría más activo delo que esperaban los científicos.

“El medio interestelar es algo así como una lluvia tranquila”, afirma James Cordes, profesor de astronomía de la Universidad de Cornell y autor principal del estudio. La hipótesis es que se cree que hay más actividad de bajo nivel en el gas interestelar de la inicialmente esperada.
El hallazgo de ruido de fondo cósmico permitirá a los astrónomos poder rastrear la distribución espacial del plasma. Es decir, cuando no está siendo perturbado por erupciones solares. Esto es debido a que como se apunta: “En el caso de un estallido solar, es como detectar un rayo en una tormenta eléctrica; pero después vuelve una lluvia suave”.

El descubrimiento de este zumbido en el espacio interestelar fue llevado a cabo por Stella Koch Ocker, una estudiante de doctorado en astronomía de la Universidad de Cornell. Tras examinar los datos enviados desde más de 21.000 millones de kilómetros de distancia. Como indica la descubridora: “Es muy débil y monótono, porque está en un ancho de banda de frecuencia estrecho. Pero hemos detectado el zumbido tenue y persistente del gas interestelar”.

El estudio permite ahondar en la comprensión de cómo interactúa el medio interestelar con el viento solar. Cómo las fuerzas externas a nuestro sistema solar influyen y moldean la heliosfera que nos protege de las radiaciones cósmicas. Además, destaca la importancia para los científicos del seguimiento continuo de la densidad del espacio interestelar, ya que nunca se ha tenido la oportunidad de evaluarlo. Entre esas erupciones solares causadas por la actividad de nuestro propio sol turbulento, los investigadores han descubierto esta firma constante y persistente producida por el tenue casi vacío del espacio.

Miguel Ángel Cabral para CSB

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