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El fenómeno de las luminarias que se aparecen al anochecer en puntos concretos de la geografía, donde la oralidad termina definiendo el contexto y la explicación de por qué se hacen visibles, son posiblemente tan antiguas como el hombre. Este hecho insólito son notables en todos lo lugares del mundo, donde las interpretaciones son también varias; espíritus guardianes, almas en pena…

Hoy a estas manifestaciones lumínicas se las conocen en España con el sugestivo nombre de “luces populares” termino que acuño los amigos Javier Sierra y Jesús Callejo en su interesante libro “La España Extraña”.

En Canarias en general tenemos un buen repertorio de estas enigmáticas luminarias que han marcado ciertos lugares con su resplandor en las noches. Seguro que si preguntamos a una canaria o canario por estas manifestaciones, seguro que saldrá el nombre de las más famosas en el archipiélago: la Luz de Mafasca. Y aunque si es la que más repercusión mediática ha tenido, no es la única luz enigmática que se le aparece a los infortunados que, sin quererlo, son testigos de excepción de ellas.

LA LUMINARIA EN CHIPUDE

Uno de los investigadores que más ha estudiado este fenómeno en las islas y me consta que es el enigma con el que guarda una especial relación, es nuestro compañero y amigo José Gregorio González. Sus valiosos estudios de campo, no solo han aportado más conocimiento etnográfico sobre estas luces populares; además, a través de sus trabajos bibliográficos nos ha redescubierto otras luminarias que ya estaban avocadas a desaparecer de la memoria colectiva o solo eran advertidas en las localidades donde se revelaban.

Una de estas luces populares que no tenían notoriedad fuera de sus lugares de origen era la conocida como “Luz de la Dama” o “Luz de la Vega Abajo” en el término del pueblo de Chipude, isla de La Gomera.

González la documentó y dio a conocer en su libro “Canarias Misteriosa”, donde recogió el lugar e historia donde esta luz era visible para los testigos que se habían tropezado con ella en las noches.

De aquella investigación, surgiría tiempo más tarde el interés del afamado programa Cuarto Milenio por esta enigmática luz. Un equipo desplazado a la isla de La Gomera conto el comportamiento que tenia aquella luz, con una actitud inteligente en sus movimientos y su interactuación con los testigos. Aunque fue bastante esclarecedor, contando la versión de que el fenómeno la oralidad lo atribuye a la maldición de un tesoro pirata, la luz seguía reservándose información sobre los puntos exactos donde se veía, testigos directos y el pequeño santuario levantado en honor del médico venezolano, doctor José Gregorio Hernández

¿LUZ DE LA DAMA O LUZ DE LA VEGA ABAJO?

Muchas veces, en las investigaciones de campo, los datos que se pueden sacar de un fenómeno entra en punto muerto, pues no hay nuevos testimonios que nos hagan completar el puzzle de uno de estos sucesos enigmáticos y de repente, una conversación con un amigo, vuelve a encauzar ese puzzle con nuevos datos fiables después de bastante tiempo sin poder avanzar en la investigación.

Algo parecido nos sucedió con nuestro amigo Gregorio Mesa Navarro, cuando hablábamos de estas luces populares salió el nombre de la luz de La Dama. Gregorio nos corrigió, haciéndonos notar que por ese nombre era conocida la luz para los que eran foráneos del pueblo de Chipude. Para los vecinos y vecinas de aquel termino, la luminaria era conocida como la luz de la Vega Abajo. Nos explico, que la confusión se debía a la localidad que está más debajo de donde suele aparecer la luz, cuyo nombre es La Dama; por el contrario, la Vega Abajo hace referencia a unos parajes de sembradío que están por encima de la dicha localidad de La Dama y donde la luminaria se aparece en un punto concreto de este sitio, La Degollada de los Asnos.

Este fue el punto de partida de una apasionante nueva investigación con el que pudimos reconstruir parte de los testimonios sobre esta luz y la relación del santuario construido a doscientos metros de donde se aparece la

luminaria. No en balde, tuvimos la gran fortuna de saber que el tío y padre del amigo Gregorio, fueron testigos directos con la luz de la Vega Abajo en un episodio impresionante y que nos relato para nuestro programa Crónicas de San Borondón D. Manuel Torres, tío de Gregorio, entrevista que recomendamos escuchar por lo extraordinario que les toco vivir la noche que se encontraron con la luz.

Gracias a esta investigación, supimos que el santuario del doctor José Gregorio, no guarda ninguna relación con el fenómeno de la luminaria; los testimonios que hablan de la colocación de aquella capilla para “exorcizar” a la luz carecen de fundamento ni de un testigo que la sustente. La construcción se debió a una promesa hecha por un tío de Gregorio residente en Venezuela por un tema de salud. Cuando este hombre se recupero de su enfermedad cumplió su juramento enviando el dinero de Venezuela y construyéndolo en unos terrenos de la familia en la Vega Abajo.

O el episodio con una pala mecánica, que se averió por dos veces, al intentar escavar en el lugar donde se cree que esta el tesoro enterrado que la oralidad vincula a la las apariciones de la luz, es cierto.

CONTINUIDAD EN EL TIEMPO

De los varios testimonios que hemos recogido- a cada cual más enigmático- llegamos a la conclusión que el fenómeno no ha desaparecido ni tiene visos de hacerlo. La luz de la Vega Abajo seguirá proyectando su enigmática luz a todo aquel que dude de su existencia. Por lo que sabemos, hay nuevos testimonios; el último -que sepamos- ocurrió a finales de agosto del 2018.

Un coche con una madre y su hija, recorren los kilómetros que separan La Dama de Chipude. Son más de las doce de la noche, y justo cuando el vehículo enfila el lugar donde la luminaria se hace visible, la madre relata a su hija que por aquel lugar se suele aparecer una luz. La hija le responde que eso son solo cuentos de viejos. Justo cuando decía estas palabras, la luz hace su aparición desde el cielo con la velocidad de vértigo que relatan los testimonios, quedándose inmóvil delante del vehículo ante las aterrorizadas mujeres.

Lejos de especulaciones, no creemos que este fenómeno vaya a desaparecer, pues tampoco tenemos claro a que obedece sus apariciones desde tiempos inmemoriales. De lo que si estamos seguros, es que la luz de la Vega Abajo, seguirá proyectando su enigmática luz a todo aquel que dude de su existencia o tenga la osadía de desafiarla.

FERNANDO HERNÁNDEZ GONZÁLEZ

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