POCOS EGIPTÓLOGOS PONEN EN DUDA QUE LA MONUMENTAL ESFINGE QUE PRESIDE LAS GRANDES PIRÁMIDES DE LA MESETA DE GIZEH REPRESENTA UNO DE LOS MAYORES MISTERIOS DE LA TIERRA DE LOS FARAONES. ESTE LEÓN DE PIEDRA QUE MIRA AL HORIZONTE Y BAJO EL CUAL PARECEN EXISTIR CÁMARAS SECRETAS INEXPLORADAS, PUEDE SER INCLUSO MÁS ANTIGUO QUE LAS PROPIAS PIRÁMIDES, UN TESTIGO SILENCIOSO DEL NACIMIENTO, APOGEO Y DECLIVE DE LA CULTURA MÁS FÁCINANTE DE LA HISTORIA DEL HOMBRE. EL HISTORIADOR Y ESCRITOR NACHO ARES PUBLICÓ AÑÓS ATRÁS UNA DE LAS POCAS MONOGRAFÍAS QUE EXISTEN EN CASTELLANO SOBRE LA ESFINGE, MOTIVO POR EL QUE HABLÓ PARA CSB
A lo largo de las 280 páginas de “El guardián de las pirámides” Nacho Ares va desvelando muchos de los secretos mejor guardados de uno de los monumentos más impresionantes del antiguo Egipto, la Esfinge. Editado por Oberón como un acierto más dentro de la excelente colección dedicada a enigmas del pasado que ha venido lanzando en el último año, ésta obra está llamada a convertirse en un clásico y en un punto de referencia para aquellos que quieran conocer en detalle al majestuoso león de piedra, sobre el que aún no se han despejado sus principales incógnitas: ¿a quién representa?, ¿cuándo la construyeron? y ¿con qué fin?. Ha sido testigo del desarrollo de la civilización más impresionante de toda la historia conocida del hombre, resistiendo a la dureza de un desierto que no pocas veces ha logrado cubrirla, así como a la ignorancia de los hombres que han querido destruirla.
-Supongo que la pregunta es obvia, pero ¿por qué un libro sobre la Esfinge?
“Quizás sea una de las señas de identidad más importantes del antiguo Egipto y del que menos sabemos. La Esfinge es mucho más que el león de piedra que hay en Gizeh y que todos conocemos. Al igual que sucede con otros dioses del mundo faraónico, ese monumento en realidad es una especie de soporte físico de una esencia divina muy difícil de comprender desde nuestra óptica moderna”.
-La Esfinge compite en popularidad con las pirámides, y muchos la ven como parte del mismo conjunto, de un todo. ¿Es correcta esa apreciación o tiene identidad propia?
“Se puede ver desde los dos puntos de vista. Desde luego que tiene su identidad propia como divinidad solar y protectora, pero precisamente su finalidad adquiere más importancia en el conjunto de la meseta de Gizeh. No solamente por lo majestuoso del conjunto arqueológico, sino también por el mensaje casi críptico que los egipcios nos quisieron transmitir con esta escultura gigante.”
UN DESIERTO DE INTERROGANTES.
A fecha de hoy todavía no está claro lo que es y representa la Esfinge. ¿Ofreces en “El guardián de las pirámides” la respuesta?.
“Como decía antes la Esfinge es el máximo exponente de una esencia divina. En la mentalidad egipcia y debido a los cambios sociopolíticos que sufrió esta cultura con el paso de los siglos, su imagen se transformó en divinidad solar aunque muy posiblemente hunda sus raíces en un dios primitivo de aspecto leonino que estaba identificado con el sol del amanecer, precisamente el lugar hacia donde mira la Esfinge desde su ubicación en Gizeh desde hace miles de años. Por supuesto, en el libro hay algunas posibles respuestas”
– Redundando un poco, ¿cuales son las mayores incógnitas de esta gran incógnita de piedra?
“Aunque resulte chocante, sabemos muy poco de este monumento. Casi podríamos decir que todo el león es un interrogante de piedra tal y como sucede con sus vecinas pirámides. Sin embargo, no tenemos que pasar por alto la inmensa cantidad de tradiciones y leyendas que la vinculan ya desde época faraónica a una suerte de laberinto que podría estar ubicado bajo sus patas. A lo largo de la historia no son pocos los profetas y exploradores que se ha acercado a la Esfinge de Gizeh en busca de tesoros y cámaras secretas. Las prospecciones geológicas de los últimos años demuestran que efectivamente esas cavidades existen, aunque todavía nadie se ha preocupado en explorarlas.”
-Estamos en lo cierto al considerar a la Esfinge como un monumento único.
“Desde el punto de vista de su monumentalidad sí. Se trata de la escultura más grande de Egipto, mide 70 metros de largo por 20 de alto, y una de las más grandes del mundo antiguo. Quizás la que más después de la desaparición de los budas de Afganistán. Pero desde el punto de vista ceremonial y religioso hay que reconocer que hubo en Egipto otros santuarios como el de Abydos o Filae que le superaron en importancia, aunque ciertamente no tienen tantos misterios como la Esfinge”.
-Hay otros elementos arqueológicos -tumbas, grabados, papiros- en torno a la esfinge que permita discernir algunas de las utilidades que pudo tener.
“El material que hay es muy poco. Apenas existen unas pocas estelas que hacen mención a la recuperación religiosa de este monumento en el Imperio Nuevo, más de 1.000 años después de que fuera construida, según las cronologías académicas. Pero sí conservamos algunas estelas bastante curiosas en las que, aunque no aportan apenas nada desde el punto de vista religioso, si dan una imagen de la idea que se tenía de la meseta de Gizeh hace más de 3.000 años. Por ejemplo, la estela de Montuher datada en el año 1250 a. C. aproximadamente, reconstruye en un relieve el aspecto de Gizeh en esa época y se ve a la Esfinge con dos pirámides detrás. Algo realmente insólito”..
CENTRO DE CONTROVERSIAS.
En los últimos cuatro años Nacho Ares puede haber pisado el desierto egipcio en más de una decena de ocasiones, y sus libros son ya referencia obligada para conocer los aspectos más llamativos de la cultura faraónica, contados por alguien que ha mirado de frente al enigma. “Egipto el Oculto” y “Egipto Insólito” fueron sus primeros libros y éxitos de ventas, editados ambos por Corona Borealis. Le seguiría la monografía “El valle de las momias de oro”, con Oberón, y “Un viaje iniciativo por los templos sagrados del antiguo Egipto”, con Edaf. El indiscutible rigor de sus trabajos y su manifiesto rechazo a las elucubraciones gratuitas y teorías fantásticas, le han colocado a años luz de muchos “especialistas” en pirámides y faraones, y en este libro lo demuestra nuevamente.
–Nacho, la comunidad arqueológica internacional qué postura adopta frente a la Esfinge.
“Su postura es bastante conservadora. Al parecer ya sea ha dicho todo y ya se ha investigado todo. Están más preocupados por su restauración, que a pesar de haber sido finalizada “con éxito” en 1999 ya ha empezado a dar nuevos problemas.
-¿Qué opinas de las dataciones por desgaste geológico que hizo Robert Schoch en los años noventa, geólogo vinculado a la Universidad de Boston, y que le dan una antigüedad de 7 a 9 mil años?
“Las pruebas geológicas están ahí y nadie puede refutarlas. Como afirma Schoch él no es egiptólogo sino geólogo y como tal sus investigaciones son igual de válidas desde el punto de vista científico. Creo, después de conocer sus datos y otros estudios relacionados con la arquitectura de esta zona de Gizeh, que la Esfinge es egipcia pero prefaraónica. Es decir, los faraones ya se la encontraron allí cuando unificaron el país en el 3000 a. C.
-¿Diste crédito en algún momento a los que vieron una réplica de la Gran Esfinge en aquellas históricas fotografías tomadas por la Nasa en la región de Cydonia, en Marte?.
“En absoluto. No tiene ningún sentido. Además, cualquiera que vea las fotografías de la meseta de Cydonia se puede dar cuenta que eso no es ni una esfinge ni nada. Como mucho un simple rostro que no tiene nada que ver con la cultura egipcia”.
-Sin que ello rompa el factor sorpresa, ¿cuales son las principales novedades que el lector encontrará en tu libro?
“En todas las ocasiones en las que he viajado a Egipto en los últimos años he tenido la suerte de contactar con los encargados que han estado trabajando directamente con la Esfinge. No solamente hablo de la de Gizeh, sino del mito en general de la esfinge y de las esfinges que hay en otras culturas de la Antigüedad como la griega. He pretendido con “El Guardián de las Pirámides” acerar la historia y el significado de la Esfinge, algo que puede resultar obvio pero que todavía no se había hecho en castellano. A modo de libro de viaje he querido que la lectura fuera rápida y amena para introducir al lector en un viaje por los secretos de la Esfinge. Tiene por tanto un trabajo de fondo muy importante y la fluidez de una guía.”
JOSÉ GREGORIO GONZÁLEZ.