Lo cuenta la revista Nature y es un contrapunto revelador ante la majestuosidad y gigantismo que asociamos a los dinosaurios. Es evidente que los hubo de todos los tamaños, pero la ciencia de los fósiles, así como la ficción en el cine o la literatura, han logrado que asociemos a quienes gobernaron el planeta hace decenas de miles de años, como criaturas colosales. La “pieza” con la que trabajan es una cabeza con forma de pájaro atrapada en ámbar y con una antigüedad de 99 millones de años, localizada al norte de Myanmar, en Birmania. Los investigadores, liderados por Jingmai O´Connor de la Academia de Ciencias de China, aseguran que el tamaño de este microraptor al que han bautizado como Oculudentavis khaungraae, era similar al del colibrí abeja o pájaro, que con sus apenas 5 cm de largo y 2 gramos de peso es el ave viva más pequeña que podemos encontrar en la actualidad. La criatura contaba con unos ojos muy particulares que tienen fascinados a los investigadores, deduciendo que era de hábitos diurnos, además de carnívoro, posiblemente adicto a los insectos de los que daba buena cuenta con sus numerosos dientes.
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