Desde el pasado 14 de mayo el mundo de la criptozoología anda algo revolucionado, como consecuencia de unas supuestas fotografías del extinto thylacine, o tigre de Tasmania. Fue declarado oficialmente extinguido en los años ochenta del siglo pasasdo, y el último ejemplar salvaje conocido murió en 1936. Ello no ha impedido se hayan producido avistamientos hasta nuestros días, así como que existan iniciativas para recuperarlo como especie a través de ingeniería genética.
Las fotos de la polémica son bastante deficientes, e incluso algunos críticos señalan que recuerdan a ciertas reproducciones de este animal que han sido manipuladas. La historia que las acompaña, divulgada por el popular biólogo estadounidense Forrest Galante, responsable de programas como “El último de su especie” y “Criaturas Misteriosas”, apunta que fueron tomadas por un chico y su padre en Tasmania, cerca de Upper Stowport. Poco más. Las fotos fueron publicadas también por el Daily Grail.