COMPARTE:

Al más puro estilo académico, el Dr.Steven Roger Fischer no duda en afirmar categóricamente que en la isla de Pascua no quedan misterios por resolver, “a lo sumo procesos confusos que hemos de aclarar”. El poblamiento desde la Polinesia, a su juicio, explica todos los elementos culturales de la isla. Como a muchos otros expertos su interés por la isla le nació tras leer a Thor Heyerdahl, doctorándose en Filología y Lingüística en la UCLA en California, donde impartió clases hasta que tras pasar por Alemanía varios años en 1975 llegó como profesor a la Universidad de Cantorbery en Nueva Zelanda. Desde hace una década dirige el Instituto Polinesio de Literatura e Idiomas de Aucklan y en su currículum, además de 16 obras de investigación, incluye el desciframiento del Disco de Phaistos, de la Grecia antigua, y los jeroglíficos Rongorongo.

¿No le parecen sugerentes las relaciones que se establecieron en el pasado entre la arquitectura rapanui y preincaica, o el uso de embarcaciones de totora, etc, que apuntaba a una conexión con la costa americana?

Todas las atribuciones a los incas o a los pre-Incas son imaginarias. Los incas y los pre-Incas no viajaban por el Pacífico. En la Isla de Pascua nunca se han encontrado  textiles, maíz o cerámica tejido, los tres artículos culturales esenciales de la cultura suramericana. Ahora bien, hay una buena razón para creer que los polinesios que habitaron originalmente Pascua navegaron hasta la costa suramericana, de donde trajeron consigo, probablemente a las islas de Tuamotu, la patata dulce o kumara y posiblemente también la calabaza de botella. Pero los sudamericanos nunca estuvieron en la prehistoria de la Isla de Pascua; no hay ADN suramericano en ningún esqueleto antiguo de Rapanui. La totora no es totora,  es nga’ahu, que ha crecido en la isla de Pascua a lo largo de 30.000 años; y los isleños de Pascua no copiaron su uso de otra cultura, sino que desarrollaron sus propias aplicaciones indígenas para el nga’ahu. Sus cañas eran usadas como sencillos flotadores, no para construir embarcaciones porque su uso se reducía a la natación y de apoyo a la hora de llevar mercancías a las naves con las que negociaban; este uso fue desarrollado específicamente sólo cuando la madera para hacer los barcos había desaparecido de la isla.

TAmpoco será partidario de conexiones con Egipto

Pienso que las teorías que conectan la isla de Pascua con Egipto son ridículas.

¿Tenemos todas las respuestas sobre los enigmas de la isla de Pascua: los moais, su leyenda sobre  “Hiva”,  el culto al hombre pájaro, las escritura rongo-rongo, etc…?

Los “misterios” se han explicado hace mucho, sí. Sabemos quienes tallaron y movieron los moais, la razón por la que lo hicieron y el significado de los moais. Sabemos que nunca hubo un continente hundido aquí, sólo una elevación montañosa del lecho marino. Entendemos completamente el culto del Hombre-Pájaro, que comenzó en el siglo XVII. Estamos comenzando a leer la escritura del rongorongo, que fue inspirada por la escritura española en 1770 y que recoge sobre todo cantos seriales sobre procreación. Las preguntas anteriores se han contestado casi por completo, aunque sigue habiendo algún proceso confuso.

Deberían de existen ejemplos de moais o de ahu en otras zonas de la Polinesia.

Y así es. Hay estatuas de piedra similares a los moais en Ra’ivavae, en las Islas Austral, así como en las islas de Marquesas; y estatuas de madera grandes muy similares a los moais se conocen en las Islas Sociedad y en Hawai. Los Ahus se conoce a través de la Polinesia como maraes, y en Hawai como heiaus. La mayoría de las manifestaciones culturales consideradas como parte de la cultura antigua de la isla de Pascua son elaboraciones de costumbres polinésicas que anteriormente compartían. No hay nada en la cultura antigua de la isla de Pascua que no quepa dentro de la cultura polinésica antigua.

Y las orientaciones astronómicas de algunos ahus,¿también encajan en la Polinesia?

Muchos ahus presentan unas orientaciones astronómicas exactas hacia los solsticios de verano e invierno, así como para los equinoccios, por lo que se piensa que fueron utilizados como calendarios arquitectónicos. Este uso está también muy bien atestiguado a través de la Polinesia antigua, particularmente en Polinesia del Este de donde era originaría la gente de Rapanui. Los colonizadores polinesios habrían traído este conocimiento astronómico con ellos de su isla de origen, posiblemente de Mangareva.

Hace unos años usted propuso una interpretación para los signos rongo-rongo. ¿En qué se basaba y a qué conclusiones llegó?

Mi interpretación se basó en la lectura y descodificación del personal de Santiago, personal largo de la batalla inscrito con sobre 2.000 muestras. Su estudio demostró que eran una secuencial de procreaciones que se repetían de constantes X-Y-Z: “X se acopló con Y: había nacido Z”…. El personal de Santiago consiste centenares de tales procreaciones, implicando la flora, la fauna y otros aspectos, con vistas a explicar toda la creación. Es un  largo y la creación complicada canta. Más adelante, otros artefactos del rongorongo revelaron estructuras idénticas. Sin embargo, no todas las inscripciones del rongorongo son procreaciones: algunos solo cantan sobre los jefes de linajes, a los calendarios lunares y a otras cosas.

¿Qué credibilidad tienen las tradiciones que hablan de su llegada a la isla con Hotu Matua, la existencia de unos sabios expertos en su lectura o de escuelas.

La tradición sobre la escritura que llego con Hotu Matu’a es un mito moderno, y la figura de este antepasado también lo es, pues es un mito que se toma prestado de Mangareva en el año 1870 ¿Había expertos del rongorongo? sí; pero éstos vivieron entre los años 1770 y 1860. ¿Había “escuelas”?, efectivamente, pero sólo en ese mismo periodo.

–¿Porque razón no elaboraron unos símbolos rongo-rongo más parecidos a las letras españolas, en vez de un lenguaje con signos de pájaros, aves, seres extraños, etc…? En su teoría, ¿qué lógica tiene el hecho de que sea una escritura “bustrofedón”?

El alfabeto latino no fue copiado porque los españoles estuvieron en la isla demasiado pronto para permitir que la gente de Rapanui comprendiera qué es un alfabeto y cómo utilizarlo. El Rapanui entendía solamente el hecho de la escritura, es decir, arte gráfico que reproduce discurso humano, así como de su linealidad, la escritura en una línea, de izquierda a derecha. Los intentos de lograr algún tipo de escritura en aquel entonces originó el grabado de rocas, los petroglifos que se encuentran en abundancia. Que sea una escritura bustrofedón se explica porque es la manera física más fácil de producir un texto continuo y contiguo, como se observa en muchos sistemas “primitivos” de escritura del mundo.

¿Pueden existir más tablillas u objetos con esta escritura?

Algunas tablillas sin descubrir del rongorongo pueden existir en Europa, llevadas por pescadores de ballenas y los barcos comerciantes en el siglo XIX. No hay inscripciones que hayan sobrevivido en la isla de Pascua.

¿Qué opinión tiene de las semejanzas con los signos de Mohero Daro….?

Las supuestas similitudes del rongorongo con muestras de escritura de la cultura del Valle de Indo son mera fantasía, como demostró de forma aplastante a finales de los años treinta Alfred Métraux. No había conexión alguna entre ambas culturas, separadas por la mitad del globo y por casi 4.000 años.

Usted dedicado un libro al completo a la Isla de Pascua, La Isla del Fin del Mundo, ¿cual es en líneas generales su contenido y cuales son las novedades que presenta en su obra?

Presenta la primera historia completa de la ocupación humana de la isla de Pascua, desde los orígenes de sus colonizadores polinesios a la lucha que hoy mantienen para la autonomía política. Reconstruye la historia de la isla usando los últimos resultados de las más variadas disciplinas científicas, ofreciendo explicaciones para fenómenos culturales como el reemplazo de los deidades ancestrales de Makemake, el culto del Hombre-Pájaro, el fenómeno del rongorongo, etc., de una manera que nunca antes se había mostrado. Esto permite una historia continua, lógica, dinámica. Es el primer libro, en cualquier lengua, que logra algo así para la isla de Pascua.

En su opinión, ¿cual es el mayor misterio de la cultura Rapanui?

En mi opinión, no hay “misterio”. La palabra “misterio” es frecuentemente usada en exceso y por completo inaplicable en este caso. Sin embargo, todavía hay procesos confusos. Quizás el proceso inexplicado más grande es cómo la gente antigua de Rapanui movió los moais a lo largo de las “carreteras del moai”.

José Gregorio González

COMPARTE: