La fiesta de los locos o el asno y los goliardos
Sentido esotérico y conexión con otros rituales secretos milenarios
En apariencia eran movimientos burlescos musicales pero podrían esconder sociedades secretas que buscaban expandir mensajes contra los poderes eclesiásticos.
Estos festejos, igual que los movimientos trovadorescos y goliardos, surgieron en Francia y se expandieron con fuerza a diferentes zonas de Europa por la misma época. Teniendo más antigüedad unos que otros pero coincidiendo su auge en las mismas fechas.
La fiesta de los locos
Se celebraban entre la navidad y la epifanía con la peculiaridad, que estaba permitida dentro de la restringida moral medieval, de hacer burla de lo más sacro.
Hacían misas burlescas en las catedrales y, al igual que con las Fors Fortuna, en este día era permitida la licencia y la embriaguez dentro de los templos (aunque el espíritu de la fiesta de los locos se asemejaba más a las Saturnales Romanas). La fiesta del asno era, según algunos, una parte más dentro de la de los locos, incluían un asno y un obispo o con las orejas de este animal
Aunque esta liberación de la compostura era aprovechada por muchos para caer en el crimen, todo el ritual estaba bastante estructurado y lleno de simbolismo relacionado con un movimiento esotérico.
Sentido esotérico
Movimiento poco conocido pero en el que, sin embargo, hemos descubierto su sombra en diferentes investigaciones de la simbología medieval. Este es el llamado “camino del loco”, relacionado con la búsqueda de la divinidad interior individualmente como refleja la primera carta del tarot.
Personaje que camina en dirección a lo desconocido representado con un atillo al hombro sostenido por una gran cuchara blanca ¿quizás de marfil?, símbolo de los goliardos.
Conexiones “locos” y goliardos
La anterior es una entre diversas uniones simbólicas entre goliardos y locos. Otro ejemplo es el de las cartas de tarot más antiguas, la de Visconti Sforza en cuya rueda de la fortuna sus personajes presentan orejas de asno, aunando nuevamente ambos movimientos simbólicamente.
Un vínculo aún más claro lo encontramos en una lámina del famoso iniciado y pintor alemán Alberto Durero en la obra alegórica de Sebastian Brant en 1494 “La nave de los locos” en la que representa la carta del tarot de la rueda de la fortuna con asnos.
Al igual que los goliardos, tenían canciones irreverentes los manuscritos “Officium Circumcisionis” recopilados en el S. XII aunque mucho más antiguos en origen ( British Museum “Egerton 2615”).
La música se reformó por el obispo e iniciado Petrus de Corbolio en el S. XII “Missel des Fous de Sens” (Sens Bibl. Mun. Códice Senon. 46A), curiosamente conocida esta reforma como el “banquete de los locos” en una nueva referencia a la asociación del mundo de los goliardos (glotones) y al camino del loco.
A propósito de las alusiones a los banquetes, los “Banquetes sagrados” están dentro de gran número de tradiciones desde la mitraica a la masónica, incluso cristiana. ¿Otro acercamiento simbólico a dos fenómenos aparentemente frívolos y banales, pero cargados de sentido esotérico?.
La Santa Trinidad de los goliardos
Venus, Baco y San Dacio (San dado) parece una referencia al sexo, al vino y al juego, pero mirando profundamente vemos que pudiera haber más en la elección de una diosa romana, un dios griego y otro imaginario.
San Dacio, usando el lenguaje de los pájaros (lenguaje de ciertos iniciados desde el bíblico Rey David) hace referencia al juego de los dados creado por un dios egipcio, Theuht, inventor de cosas tan importantes para la humanidad – y especialmente para los iniciados medievales – como la escritura, el número, el cálculo, la geometría y la astronomía.
Posteriormente inventó algo en apariencia superfluo como el juego de damas, del que se sabe tiene un sentido esotérico. La simbología de los dados, por ejemplo, en la alquimia representa la “piedra cúbica”, las construcciones sagradas, el supuesto azar del destino humano, o sea, la mano de la Diosa Fortuna. Para los esoteristas representa los seis planos del cubo y los seis puntos símbolos del mundo manifestado en sus seis aspectos: Vegetal, mineral, animal, humano, psíquico y espiritual.
Baco, aunque la visión de dios amante del vino y las orgías (bacanales) es la que ha llegado actualmente, es el Dionisio romano y sus rituales estaban cargados de trascendencia. De hecho, los misterios dionisiacos eran los más secretos de la antigüedad relacionados, entre otras cosas, con el sexo sagrado. Además, es uno de los dioses cuya mitología ha influido más al cristianismo. Parte de su leyenda transcurre en la India donde nace el tantra.
La Diosa romana Venus (Afrodita griega) con vinculación al sexo sagrado a través de las hieródulas (mal denominadas prostitutas sagradas), muy comunes dentro de su mística.
Conclusiones
Con lo que hemos ido documentando en este artículo y en los anteriores, “Sexo sagrado y música iniciática” y “Carmina Burana algo más que vino y sexo”, hay pruebas circunstanciales como para mantener nuestra tesis de que pudo existir una conexión goliardos, “locos” y trovadores dentro de otra serie de movimientos iniciáticos que pretendían derrocar a su manera el poder establecido por la iglesia y su poder “masculino” y la búsqueda alternativa de la divinidad que no demonizaba el sexo, sino que lo sacralizaba.
Terminamos con el investigador y simbolista francés del S. XIX, Grasset d’Orcet, que sostenía que los goliardos se mantuvieron como influyente sociedad secreta durante más de 1.000 años.
Juan José Sánchez Ortiz